No se me ha olvidado, ni mucho menos, es más, llevaba días acordándome de lo cerca que estaba la fecha de tu cumpleaños, pero ha coincidido en un día tremendo de trabajo, y al ser viernes, no pude dedicarte unas palabras.
Me hubiera gustado estar con todos, en el campo, o en casa, como solíamos hacerlo.
Hubiéramos liado una de esas de las nuestras con niños dando voces, comida, bebida, risas y bailoteos.
Te hubiera regalado unas letras que empezasen: Para la madre más guapa del mundo..
Este año te caían 67, buf!!, y como siempre, me asombraría de lo rápido que pasa el tiempo y de lo joven que te he visto siempre para la edad que tenías.
Es difícil tener que pasar una fecha especial sin fiesta. Me sigue resultando muy difícil hacer como que no pasa nada, y que las cosas cambian. Pero sí que pasa.
Cada día te echo más de menos, con menos dolor, pero con más pena.
Me sigue costando no verte, no escuchar tu risa, no vacilarte. Cada día estoy más convencida de que tengo muchísimas cosas tuyas, tanto buenas como malas
quién lo diría ¿eh?, al fin y al cabo todo eso por lo que tanto hemos discutido acaba formando parte de una sin quererlo.
Ahora me veo queriendo a los niños de casa tanto como tú, preparando comida para todos, ejerciendo de cabeza de familia de mi pequeño núcleo
y me encantaría que lo vieses.
Pensé que me acordaría muchísimo de ti el día que me casara, o el día que tuviera un hijo, y no lo dudo
pero lo cierto es que te recuerdo todos y cada uno de los días desde que ya no estás.
Una cosa está clara, las personas se pueden ir, pero el amor no acaba nunca.
No he obtenido nunca consuelo, pero creo que todo lo que te quiero me sigue impulsando para hacer cosas y seguir a flote.
Felicidades mamá.
Cuando una trabaja en un polígono tiene que tener presentes varias cosas.
La primera y fundamental es que cuando eres nueva la gente piensa que estás allí perdida, de paso, o porque quieres hacer un reportaje fotográfico para el Nacional Geographic.
Con esto me refiero a que vas a tener que enfrentarte a constantes gritos, gruñidos y sonidos onomatopéyicos intraducibles.
Bueno, asumes que puede ser por la novedad.
Cuando ya empiezas a pasar más días, y te reconocen, y siguen con las mismas, has de asumir que claro, hay que entender que estos hombres de mono azul no han visto nunca una mujer, que están aquí encerrados día y noche, y que es normal que cuando alguien de la civilización pasea por sus calles se fascinen totalmente.
Por eso, estoy muy contenta de tener que ir a comprar el bocadillo al bar acompañada de mi compañera (porque el bar del polígono es algo parecido a la celda incomunicada de una película norteamericana), de aguantar el tipo cada vez que voy a comprar tabaco mientras desde la acera de enfrente están 4 tíos sentados en el bordillo observando mis movimiemtos, de ir como un rayo hacia el coche cuando salgo, y de cerrar la oficina por dentro cuando la gente sale a comer y estoy sola.
Claro, y esto ocurre siendo verano, porque no quiero imaginarme cuando salga de noche por esta jungla
porque las putas de la rotonda del polígono dan un ambientazo tremendo al cotarro.
Menos mal que dentro de la oficina el ambiente es tan bueno como para olvidar esas pequeñeces de lo que hay ahí fuera.
De todo lo que he hecho este fin de semana, se puede decir que el cumpleaños de mi sobrino mayor ha sido lo más rocambolesco.
Y no es que éste cumpleaños fuese especialmente lioso, sino que todos lo suelen ser.
Menos mal que estabamos en el monte, porque esa orda de orcos no era aguantable en ningún espacio cerrado.
Terminaron todos con las rodillas peladas, empapados de agua (los mayores también, por supuesto), bebiendo a medias con el perro en la fuente, y más negros que el carbonero.
Se vieron gafas volando, niños llorando y coca-cola con naranja y patatas fritas flotando.
La barbacoa nocturna del día anterior tuvo sus puntos, y a invitados poco frecuentes de los últimos tiempos, como los colegas de Vodafone a los que no veo demasiado y mi ex-compi de piso y de bar Charo, a la que me llevé al día siguiente con la minifalda y los tacones a la batalla de los orcos. Ella es informal pero femenina, heavy y con extensiones, y sobre todo, con un estilazo para andar por los barrancos tremendo.
Por cierto, hay que nombrar por lo memorable de su calidad, los mensajes nocturnos de Prox referentes a la boda familiar que paralelamente vivía a esas horas, de cómo se enteró de que su abuela se casó sin ser virgen, de cómo la fiesta se iba tornando en culto al Dios Baco e iban perdiendo la compostura y los tacones, y en la que terminaron diciéndose cosas tan bonitas como: "aunque no lo parezca yo estoy morena, tendrías que ver lo que no tengo moreno..." (que no tengo ni idea de quién soltó la burrada al pobre prox).
Nunca pensé que un mes iba a dar para tanto.
En esto de las vueltas por los diversos trabajos en los que últimamente me he visto sometida, por casualidad y casi de sopetón, terminé supliendo a mi amiga Sonia en un trabajo que tan sólo duraría un mes.
En principio pensé que, bueno, al menos era algo de dinero.
Pero cuando me encontré con esta gente toda allí metida, me empezó a dar taaaanta pereza irme...
Claro, eso no lo dirán mis queridos compañeros, sobre todo a la hora de la comida... porque entre Tere y yo no parabamos de rajar.
En esta fotito podemos reconocer a Jesús, a la Grache, ya José haciendo el monito:
Este que está enseñando el móvil, que creo que es el mío, es José Antonio
Y esta es Tere
,la chica que tampoco habla, como yo, y de la que no me dió tiempo de despedirme porque estaba tostándose en Menorca.
Dejando de lado los motivos, atengámonos a la manera correcta de llorar, entendiendo por esto un llanto que no ingrese en el escándalo, ni que insulte a la sonrisa con su paralela y torpe semejanza. El llanto medio u ordinario consiste en una contracción general del rostro y un sonido espasmódico acompañado de lágrimas y mocos, estos últimos al final, pues el llanto se acaba en el momento en que uno se suena enérgicamente. Para llorar, dirija la imaginación hacia usted mismo, y si esto le resulta imposible por haber contraído el hábito de creer en el mundo exterior, piense en un pato cubierto de hormigas o en esos golfos del estrecho de Magallanes en los que no entra nadie, nunca. Llegado el llanto,se tapará con decoro el rostro usando ambas manos con la palma hacia adentro. Los niños llorarán con la manga delsaco contra la cara, y de preferencia en un rincón del cuarto.
Duración media del llanto, tres minutos.
(Geniales instrucciones de Cortázar)
Anoche hacía calor, y me moría por un helado.
Tenía asumido que mi jornada estaba llegando a su fin, y que me acostaría en breve.
Entonces tomé la iniciativa y mensajeé a la Srta. Vainilla.
Esta es la trascripción de algunos fragmentos mensajísticos que se desencadenaron a partir de ese momento:
Grache: -"Puta? Donde estás?"-
Vainilla:- "En casa zorra"-
Grache: -"Te vienes a tomar un helado light?"-
Vainilla: -"A qué heladería?"-
Grache:- "Pues a la cutre del barrio"-
Vainilla: -"Es que hay muchas"-
Grache (paciencia
):- "A la de arriba"-
Vainilla- "Pásate a buscarme"-
Grache:- "Ok, voy a pasar de la puta plancha y voy a buscarte"-
Grache: - "Voy subiendo, baja"-
(Tomamos el helado, paseamos, nos despedimos y a casita. Me pongo el pijama, nos tumbamos en el sofá Fiona y yo a ver la tele
otro mensaje. )
Prox: -"Os prometo que simplemente fui de compras con mi madre, me llamó un amigo pa tomar una caña y
voy a por el segundo güiki"- (23:36 horas del lunes)
Grache: - "Pero será capullo!, yo lo más trasgresor que he hecho hoy es quedar en el kiosko de los helados del barrio después del curro!"-
Próx:- "Pos vente que te enseño el mundo, guapísima"-
Vainilla-"Chicas, el próx está en huertas con sus amigos heteros y quiere que vaya, os animais?"-
Grache- "Sólo una"-
Vainilla- "En cinco minutos estoy en tu puerta"-
Mientras tanto próx nos mandó 28.500 mensajes informándonos de su situación: estoy en el Mona Lisa, nos vamos al Corleone, vamos al cajero)
Princesa no termina de arrancar porque madruga.
Prometemos contarle todo.
..
Bailoteo.
Lluvia.
Pelotazos
.
Llegada a casa.
Despertador. Me quiero morir.
"Cada vez que me llamas puta, se convierte tu cerebro más pequeño..."