Y resulta que nada es tan importante como lo realmente importante...
Muchas cosas accesorias me han quitado el sueño, y no me daba cuenta de que eran eso, accesorias.
Despejando la visión resulta que, lo que a penas abarcaba a entender, no hacía falta entender.
Tendiendo a lo mínimo entiendo lo máximo.
El oxígeno entra a borbotones a mi cerebro, y símplemente era eso... SIMPLE.