Por un lado, coger el ritmo de lo cotidiano tiene algo de atractivo para mí, quizás en el fondo necesito automatizar algo en la vida. Por otro, no me apetece enfundarme en un pantalón serio y volver a la oficina, a cubrir mi cara del tono blanco verdecino que me acompañará hasta los nuevos rayos de sol del año que viene.
A veces creo que realmente durante esos días que estamos al margen del trabajo es cuando nos encontramos con nosotros mismos y cuando tenemos que volver, nos suena a gato salvaje al que de repente cuelgan en collar con el cascabel.
Ya veré el lunes... de momento, sigo vacacioneando...
Hace unos meses, comiendo con los compañeros de trabajo en nuestro tiempo de descanso, José trajo un recorte de periódico en el que se hablaba de la "renuncia interior", o el "despido interior". Estuvinmos atentos a su lectura y, posteriormente, pusimos en común las diferentes vivencias al respecto.
Unos meses después, con varios cmabios de departamento y despidos voluntarios de parte de mis compañeros, leo esto en la red.
Esto se refioere a un libro que trata sobre este tema, aunque creo que en su momento nosotros nos decantamos más hacia la "renuncia interior" de cara al trabajo, pero desde el punto de vista emocional.
Aquíu te dejo esto, Srta. Vainilla, para ilustrar nuestra conversación de hoy (se les olvida hacer mención al "despido interior" por la desilusión del infraempleo o los infrasueldos...):
(Fragmentos de Eleconomista - 3/10/2007)
Esperar unos minutos más en el coche para retrasar la hora de llegada a la oficina. Sentarse en la silla sin ganas de trabajar y oírse decir "venga, otro día más". Una frase que significa aguantar otro día más de infelicidad.
En cierto modo, nuestra infelicidad laboral lleva allí latente desde mucho tiempo atrás, haciendo su camino. La diferencia es que ahora somos conscientes de su presencia. Tenemos entonces dos vías ante nosotros: cambiar nuestra situación enfrentando nuestra realidad o resignarnos haciendo como si no pasara nada. Por desgracia, muchas personas prefieren optar por lo segundo, quedarse dormidos con los ojos abiertos para despertarse más tarde con la misma pregunta: "¿Qué me está pasando?", "¿cuánto tiempo llevo así?", "¿qué debo hacer ahora?", "¿cuál es el sentido de mi vida?".
La huida interna, el exilio interior, el repliegue, son conceptos psicológicos aplicados a la vida personal que fueron extrapolados al mundo laboral por los alemanes y cuya definición es El resultado final de un largo y complejo proceso de vivencias negativas en el trabajo. El trabajador se distancia de sus funciones, sin llamar la atención y pasando inadvertido, evitando conflictos.
¿En qué consiste el despido interior?
Si estás en Despido Interior, internamente, en lo profundo de tu alma, te has rendido porque no ves soluciones a tu desmotivación, frustración y malestar laboral causados por un conflicto con un compañero, porque te sientes defraudado por tu jefe, porque tus responsabilidades te aburren, porque no disfrutas de tu trabajo. Internamente, en lo más profundo de ti, crees que no puedes seguir adelante, que tienes que aceptar lo que te está pasando. Para no sufrir y castigar a la organización, la única arma que encuentras es huir hacia dentro, rebelarte de forma silenciosa reduciendo tu rendimiento, dando el mínimo exigible para pasar desapercibido.
Hoy más que nunca el Despido Interior es un tema de actualidad. En los últimos años, las empresas se han dado cuenta de que el camino hacia la innovación y hacia una mejor competitividad se hace a partir de las personas. Hemos pasado de los Recursos Humanos al Capital Humano. El problema es que aunque se ha invertido en la gestión de personas, los resultados no son aún tan visibles como cabría esperar.
El nivel de entrega de los empleados sigue siendo bajo: un 22 por ciento de los empleados en Europa y un 25 de los empleados en España tienen un nivel de compromiso bajo con su organización. Según Common Purpose, hasta los directivos (en un 48 por ciento) y los Comités de Dirección (en un 59) prefieren quedarse en su zona de comodidad en vez de tomar decisiones y arriesgarse.
Ahora, en momentos en que se invierte cada vez más en las personas, existe la sensación entre los directivos de que consiguen menos resultados y en los colaboradores de que no son considerados como corresponde. Al mismo tiempo que las organizaciones piden más entrega por parte de sus empleados, los porcentajes de depresión están subiendo de una forma alarmante. Hay algo que falla. El Despido Interior puede ser una causa de la situación que vivimos.
Argumento
El Despido Interior - Del Happy Hour al Happy Life narra una experiencia de vida laboral. La historia se desarrolla en el Bar Happy Life de Ingrid, lugar predilecto de los diferentes personajes para reflexionar sobre su vida profesional, aliviar el malestar que experimentan en su vida laboral y permitirse unos instantes de felicidad. Si no estamos contentos con nuestra vida laboral significa que nos condenamos a dedicar más del 50 por ciento de nuestro tiempo que estamos despiertos de la semana a ser infelices. Es posible reducir este porcentaje si cambiamos nuestra forma de pensar y conseguimos actuar tanto a nivel personal como organizacional.
Para ayudar a sus clientes a conseguir una vida feliz, Ingrid desarrolló en su bar el evento Happy Hour. El Happy Hour es una tradición anglosajona que todos los jueves, al final de la jornada, reúne a los compañeros de trabajo para tomar un aperitivo, charlar y liberar la tensión antes de volver a casa. El Happy Hour se transforma muchas veces en una extensión de la jornada laboral; de hecho, muchas empresas la incluyen dentro de su horario.
La hora del aperitivo permite hablar sin sentirse amenazado o juzgado, fuera de las presiones de la oficina. Muchas veces es durante estas horas cuando se desarrollan las mejores ideas, se habla de temas reales y se reflexiona sobre la propia carrera. Para muchos, el Happy Hour constituye las únicas horas de felicidad laboral. Si bien en España el Happy Hour no existe como tal, es muy normal que después del trabajo se tome una copa con los amigos.
Gracias a la idea de Ingrid, cada uno de los personajes nos hará viajar a una fase del Despido Interior y nos permitirá vivirlo en primera persona. Cada historia irá seguida de un capítulo que permite profundizar sobre los conceptos presentados y encontrar más respuestas.
Me considero un superviviente del Despido Interior. Escribir este libro me permitió poner palabras a lo que había experimentado durante unos años de mi vida laboral y que entonces había sido incapaz de definir. Haber entendido lo que me pasó y tener la gran oportunidad de compartirlo contigo me permiten reconciliarme conmigo mismo.