Me suena todo a disco rayado, y quizás por eso, no sigo escribiendo en el blog.
Estoy necesitando quitar maleza para poder hacerme una senda, aunque todavía no se por dónde debo empezar a desbrozar.
Lo que está claro es que, para estar de alquiler teniendo una casa aun en ruinas, un trabajo que me crea ansiedad y una vida personal un tanto confusa, lo raro es que no me haya dado por volverme esquizofrénica y empezar a contar las baldosas de las aceras...
Bufff...... soy el único lío ansioso con patas....?
Somos muy egoístas a la hora de compartir y, sin embargo, aceptamos compartirnos sin peros, condiciones, o recelo.
Aceptamos los juegos del si o del no, hasta que alguna parte quiere dejar de jugar, pero, en el mismo juego va implícito ese temor. Si nos pillamos, dejamos de querer compartir a alguien con anónimos.
Tú, ¿compartes tus labios?...
Buff... que días llevo dándole vueltas a lo de la treintena.
Ay, ay, ay... que tontona me he puesto.
Pero lejos de quedarme ñoña, me he montado un fiestote de Hallowen para celebrar mi cumple.
Eso sí, a eso de las doce de la noche, cuando la primera persona se acercó a felicitarme (creo que fué Javi, mi compi del curro, con una sonrisa de oreja a oreja), estuvo a punto de recorrerme la mejilla un lagrimón que pujaba por salir.....PERO QUÉ VA!!!!
Que ya son treinta, que esto está chupao, y que me lo pasé genial.
Muchas gracias a tod@s por pasaros y acompañarme hasta horas intempestivas.
Prometos fotos, aunque estarán filtradas....