Somos muy egoístas a la hora de compartir y, sin embargo, aceptamos compartirnos sin peros, condiciones, o recelo.
Aceptamos los juegos del si o del no, hasta que alguna parte quiere dejar de jugar, pero, en el mismo juego va implícito ese temor. Si nos pillamos, dejamos de querer compartir a alguien con anónimos.
Tú, ¿compartes tus labios?...
<__trans phrase="Posted by"> grache <__trans phrase="at"> 15 de Noviembre 2006 a las 05:56 PM