Llevo una semana luchando con mi desidia diaria. Todos los días son como el Día de la Marmota: madrugo, voy dando tumbos a por un café, me ducho, me visto, me pinto en el coche, llego a la oficina... mil horas dentro... termino, cojo el coche, el atasco, y a casa. Cena?... estoy cansada... un ratito de tele...lo que sea... y a la cama.
Este fin de semana me he escapado a Rascafría.
Me paso las fotos mirando los detalles y recupero oxígeno.
Estoy deseando que llegue el viernes ;)