Llegará el día en que no duela, en el que no finja no acordarme y no me acuarde realmente.
Llegará el vivir sin asociar, en ver sin sentir y el pasear sin pensar.
Llegará el día en que las lágrimas se hayan secado y no escuezan los párpados, la risa me invada y el sueño sea largo.
Llegará porque lo sé, llegará porque siempre llega.
Hasta entonces, no pensaré en que no llega. Nada llega, o todo llega.
La que tiene que llegar soy yo y ya he ido a buscarme para saberlo...para saber cuando llego...