Oigaseñoraayquelollevobaratooooo!
Tres...dos...uno....chin pon!
Encendemos un cerro de bombillas, y ale, que ya es Navidad.
Empiezan las cenas, comidas de trabajo, de amigos de 1º de EGB (si, yo hice EGB...)... y resulta que a parte de dejarte una pasta, terminas compartiendo mesa y mantel con todo perro pichi, si no te toca justo en frente a esa persona que tienes atragantadita y con la que no cruzas más que cuatro palabras intentando enterarte de lo que pasa en el resto de la mesa. Y, claro...a sonreir, coño!, que para eso es Navidad.
Y hay comidas que dan pereza, y otras por compromiso... y .... y qué hartura, leche!
Bueno, de entre todos estos saraos, la verdad es que hay alguno que si que espero con cariño, y uno de ellos, es la cenita de niñas de esta noche.
Sin grandes pretensiones, el sitio no importa y el menú es lo de menos. Sé que voy a echar unas risas, de esas que te dejan burbujitas en el corazón para unos días y te ayudan a seguir pensando en que, en el fondo, tienes alma de teenager un poco gamberra.