El pañuelo de las letras que no imprimo, solo mezclo en un teclado montando unas cuántas líneas que, en conjunto, dicen algo.
A veces dicen más las letras que no mezclo y escribo, y parece que sólo yo entiendo. Esto termina siendo un rincón del que me acuerdo més veces cuando menos amable me encuentro.
Es difícil decir sin decir, sin esperar contestación, aunque a veces es necesario no obtenerla, no someterme al juicio de nada o nadie.
Hoy sólo necesito saber que sigo aquí y que, en definitiva, cuando vuelva a leer esto pensaré que es una soberana gilipollez :)