No creo que haya perdido la capacidad de sorprenderme, lo único es que cada vez hay menos cosas que me sorprendan. Por un lado hay muchas pequeñas cosas que me hacen sentirme muy bien, viva, con ganas de saltar, pero por otro, creo que no las puedo compartir a menudo. Quizás haya construido mi pequeño mundo individual en el que me encuentro a gusto y sin necesidad de ser entendida. Me siento diferente, aunque tengo la sospecha de haberlo sido siempre. No me acordaba de esto, pero no ha hecho falta tanto tiempo como pensaba como para volver a redescubrirme... y me gusta.
A lo mejor los raros son el resto... no?