Tan intransigente conmigo misma como para no darme cuenta de la suerte que tengo de serlo.
Tonta inconsciente que no soportaría mirarse al espejo y no reconocerse, aunque fuese por una leve modificación morfológica.
No es conformismo, sino autoconocimiento: llegar al proceso de darse cuenta de estar encantado de haberse conocido.
(Reflexión sobre la propia identidad surgida por el conocimiento de otros elementos de la misma especie a los que no me atrevería a llamar semejantes y de los que no me sentiría orgullosa de parecerme).
Yo también estoy encantada de haberte conocido... Y asi va esto, por un ser bueno hay cien mil malos...
Siempre filtrando, llega a ser agotador.