Anoche, a última hora, bajé a la calle a tirar un montón de trastos viejos, y Fiona, mi felina, tiene la manía de salir corriendo escopetada a comerse las plantas de mi vecina (supongo que a ella no le hará mucha gracia). Así son los gatunos.
Pues ayer no iba a ser menos, y claro, yo bajé cargada, y subí exhausta.
Me fuí a dormir cansadísima y creo recordar en sueños que la oía maullar, pero como a veces le da por las fiestas nocturnas, y se tira la noche saltando y corriendo por la casa (pooobre lokita, ¿a quié habrá salido esta animalita?), pues no le presté desamiada atención.
Esta mañana mi compañera de piso al abrir la puerta de la calle se la ha encontrado aterrada en el felpudo.
Se ha tirado toda la noche maullando para que le abriésemos la puerta. Ella misma se ha dado cuenta de que no es tan intrépida, y que en el fondo los felinos son muy asustadizos. La gatita aventurera se ha quedado muerta de miedo al pasar la noche en un felpudo externo a su reino hogaril.
Esta mañana, al salir al trabajo, ha pasado olímpcamente de las plantas de mi vecina, es más, la pobre no ha asomado ni el ocico... con una noche entera de juerga fuera de casa le ha bastado.
mmmmmmmmmmm.
Me encantan los gatos, de hecho el mío -que aunque no viva conmigo lo sigo considerando propio- se llama Guille. Un Persa azulado precioso... Recuerdo también una noche, hace muuuuuuuchos años, en la que "Willy" se quedó afuera de casa con una lluvia tremenda, en pleno invierno. A las 5 de la mañana lo escuché y recién ahi pude secarlo y darle mimos...mmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm
Poobreee Willy!!!!
Te puedes creer que Fiona se pone debajo de los grifos gotenado para mojarse la cabeza??? luego sale con las pelijas empapadas y las orejas chorreando... increible para ser una gata.