La Caja de los Truenos

¿Y AHORA QUÉ?

Ahora que parece que por fin han investigado al señor este de Irak, y que se había dedicado a destruir sus “armas masivas” después de la “Guerra del Golfo” para que le levantaran los embargos y demás, y que se ha declarado públicamente que no es que no las tuviera, sino que ni siquiera tenía con qué fabricarlas…. ¿Se van a ir ya de allí?.
¿Ahora se desmarcará por fin nuestro expresidente y dirá de una vez que eso fué un error, ya que el único motivo aparente por el que nos vimos “obligados” a participar era el de las dichosas armas inexistentes?.
¿No se va a echar la Comunidad Internacional encima de los agresores?, ¿o no está justificado entonces medir por el mismo rasero a un dictador que a una nación que invade a otra, por un supuesto motivo, que no existe?.
Por supuesto, si no hay armas, puede que en el futuro se les ocurriese tenerlas, y como defensa no hay nada mejor que un buen ataque...
¿Los niños que mueren pidiendo caramelos a los militares americanos no son niños?, ¿cuál es la definición de “daños colaterales”?, ¿implica un daño colateral arrasar con lo que sea por un fin que no existe?, ¿estas muertes son menos muertes por convertirse en "daños colaterales"?. Supongo que hay madres con cinturones de dinamita que no entendieron bien este concepto.
¿Alguien me puede ayudar a entender?.
No suelo escribir a cerca de conflictos, ni me mojo demasiado en opiniones políticas porque creo que no es el espacio adecuado, y puede ocurrir que se me llene el blog de burradas, y nada más lejos de mi intención que provocar aquí la polémica (me lo guardo para espacios íntimos u otros contextos), pero, por favor, mi umbral de dolor se ha sobrepasado con creces.
No quiero volverme insensible ante imágenes, tolerante ante la barbarie y permisiva ante esto.

¿Sabemos bien a lo que estamos jugando?.
¿Nos hemos dado cuenta de que se ha abierto la veda del horror en todo el panorama internacional?.

Por supuesto, vendría que ni pintado poner como colofón una imagen de una decapitación, o de un niño mutilado… o de cualquier otra barbaridad a la que empiezan a entrenarnos. Pero no. Yo no lo aguanto, y desde aquí lo denuncio.

Mi contribución hoy no será una de estas imágenes.